miércoles, 13 de febrero de 2013
Trece de febrero.
¿Por qué me importa una madre lo correcto e incorrecto?, acaso tengo descompuesta esa parte de la moral.
Quiero meterte la lengua y arrastrarte los sabores,
lentamente,
con fruición,
sabiamente recolectar tu savia.
Heureux mercredi des cendres.
viernes, 8 de febrero de 2013
Ocho de febrero.
So slowly…
¿Recuerdas esa canción? Eras luna sin sol, meciéndote suavemente en mis brazos, escapando de una realidad tangible (aunque no menos odiosa), (cantándote: tu marido), (buscándote las nalgas bajo tu delgada falda), masticando tu nombre, acobardándote en la esquina del bar, cuyo nombre no pronunciaré para preservarle la magia.
Berta: qué días tan insanos y extrañamente hermosos.
Cuando vuelvas, pues has de volver, compraré ese negocio para los dos, o al menos lo rentaré una noche de cuartos menguantes.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)